sábado, 10 de marzo de 2012

Maltrato infantil en Chile

Según estudios de UNICEF, en América Latina 6 millones de niñas y niños son agredidos severamente por sus padres o familiares y 85 mil mueren cada año como consecuencia de estos castigos. En Chile, el 73,6% de los niños y niñas sufre violencia física o sicológica de parte de sus padres o parientes. El 53,9% recibe castigos físicos y un 19,7% violencia sicológica. Un 26,4% de los niños, niñas y adolescentes nunca ha vivido situaciones de violencia parte de sus padres. En Chile la violencia hacia los niños o niñas es una práctica frecuente. Los casos de maltrato infantil que logran visibilidad pública, por su dramático desenlace, sólo constituyen una pequeña parte de una realidad mucho más amplia y generalizada.
Un significativo porcentaje de la población considera al castigo físico y sicológico como una herramienta “educadora”. Es evidente que se trata de una práctica mucho más arraigada de lo que se supone y en la medida que no se modifiquen los múltiples factores sociales, culturales y económicos que la sostienen, se mantendrá por años. La violencia que se ejerce contra los niños, niñas y adolescentes al interior del hogar frecuentemente se mantiene en silencio, ya que las víctimas son pequeñas o bien no se atreven a denunciar a sus padres o cuidadores.
Problema nacional

En Chile, el 73,6% de los niños, niñas y adolescentes sufre violencia física o sicológica de parte de sus padres, familiares o conocidos. Esta cifra revela que el maltrato infantil es un problema complejo y doloroso que afecta a una mayoría de familias de nuestro país. En estas familias se utiliza la se utiliza la violencia como una forma para resolver los conflictos que se generan entre sus miembros. Se trata de una situación mucho más generalizada de lo que se piensa.

Las agresiones sicológicas más frecuentes por parte de los padres son gritar, castigar, insultar o no hablar por largos períodos con sus hijos. Las manifestaciones más comunes de violencia física leve son las cachetadas, tirones de pelo o zamarreos. De las conductas catalogadas como violencia física grave, las más habituales son golpear a los niños con objetos, correas, pies o puños.
Una característica frecuente en los padres que agreden a sus hijos, es que en su infancia probablemente fueron agredidos por sus progenitores o no recibieron protección ni afecto.

Existen algunas características de los niños que los hacen más vulnerables a recibir violencia de parte de sus padres, como conductas hiperactivas o presencia de impedimentos físicos o mentales. También los embarazos no deseados y los nacimientos prematuros, son factores de riesgo para esos niños. En el nivel socioeconómico alto es mucho más frecuente que los padres maltraten sicológicamente a sus hijos, aunque también los castigan físicamente. En el estrato socioeconómico bajo, los casos de violencia física leve y grave son más frecuentes.

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